Rosalinda Ballesteros, Directora del Instituto de Ciencias de la Felicidad de la Universidad Tecmilenio, Monterrey, fue una de las destacadas ponentes del Congreso Innova Educa 21. Durante su presentación, compartió su trabajo en torno al bienestar, la felicidad y la educación positiva, enfocándose en la importancia de estos aspectos para construir un mejor futuro para los estudiantes.
En su presentación, Ballesteros hizo referencia al Informe Mundial de la Felicidad 2024, que sitúa a México en el puesto 23, una caída significativa desde el puesto 15 en años anteriores. Reflexionó sobre cómo la pandemia ha impactado negativamente la calidad de vida de los mexicanos, contribuyendo a esta caída en el ranking.
Sin embargo, también señaló que, a pesar de este descenso, México se mantiene en una posición relativamente alta: «Si solo tomáramos los indicadores objetivos como ingresos, acceso a salud y corrupción, deberíamos estar más abajo en el ranking. Pero nuestras características, la forma de generar lazos comunitarios, nos hacen balanza emocional.»
Expresó también su preocupación por el aumento de los niveles de ansiedad, especialmente en las generaciones más jóvenes, adolescentes y mujeres. De hecho, se estima que el 25% de la población necesitará apoyo psicológico antes de los 18 años, situación que para algunos teóricos está relacionada con el uso de la tecnología.
Afirmando que no podemos limitar ni prohibir el uso de la tecnología en el mundo actual, sino que debemos aprender a vivir con los cambios que esta provoca, no solo en la forma de trabajar, sino también en cómo afecta nuestro cerebro. Como educadores, enfatizó que debemos enfocarnos en desarrollar habilidades emocionales en lugar de intentar detener el avance tecnológico.
Además, resaltó la importancia de gestionar la relación con la tecnología desde una perspectiva positiva. Según Rosalinda, cuando la motivación está centrada en emociones positivas como la gratitud y la alegría, se aprende con mayor profundidad. En este sentido, señaló que «sumar más de lo positivo tiene mayor efecto a futuro que quitar lo negativo,» destacando la relevancia de fomentar estas emociones desde la adolescencia, una etapa que definió como la «edad de la oportunidad» para formar hábitos que perduren en la adultez.
Sin embargo, también advirtió que muchas de las características que influirán en el futuro, como el acceso a tecnología y educación, no están distribuidas equitativamente. Esto subraya la necesidad de diseñar procesos educativos que sean inclusivos y universales, considerando que 1 de cada 117 niños es neurodivergente.
Rosalinda concluyó con una reflexión que conecta la importancia de una perspectiva positiva con la responsabilidad de crear un entorno educativo inclusivo que brinde oportunidades equitativas para todos.
«Ser optimista respecto al futuro es una elección. Las elecciones que tomamos como educadores van a hacer la diferencia en cuál futuro vamos a vivir.»
Y obtén tu título en 2 años con las habilidades más demandadas por el mercado laboral
Y obtén tu título en 2 años con las habilidades más demandadas por el mercado laboral
Comparte esta nota para ayudar a otros a innovar su forma de aprender.
Copyright © 2024 Onmex | Av. Insurgentes Sur 1458, Ciudad de México | Política de Privacidad
Informes e inscripción
8003230951 O déjanos tus datos y te llamamos.
Copyright © 2024 Onmex
Av. Insurgentes Sur 1458, Ciudad de México
Política de privacidad
INSCRIPCIONES ABIERTAS | Aprende con clases online en vivo éstes dónde éstes. Saber más →